martes, 27 de diciembre de 2016

Villa romana de Pesquero, en Pueblonuevo del Guadiana: álbum fotográfico actualizado


Existen monumentos que, al acudir de nuevo a ellos, hacen sentirte como si estuvieras visitando a un familiar al que hacía tiempo que no ves. Te preguntas por su estado, por su devenir, por su salud. Te preocupa que haya empeorado, o incluso que próximas visitas no fueran posibles porque la vida de ese pariente ha llegado a su fin. La Villa romana de Pesquero es uno de ellos. Es un ancestro que parece alegrarse cuando te ve, que se regocija ante la llegada de un descendiente que ha tenido la atención de ir a verle en su ancianidad. Allí sigue, viendo pasar el tiempo junto al Guadiana. Observando el paso de la vida, los ciclos de los hombre, y su propio tiempo. Un tiempo añejo que lenta pero inexorablemente parece palpar su ocaso, dejando tras de sí épocas de gloria y de prosperidad, de penurias, transformación y luchas, de abandono y ruina, de olvido y, sobre todo, de nostalgia.

Excavada y estudiada durante la primera mitad de los década de los 80 del pasado siglo, se pudieron establecer entonces las primeras conclusiones sobre un yacimiento conocido desde antaño que, sin embargo, no había sido tratado arqueológicamente de manera adecuada. Las campañas aportaron no sólo algo más de luz y conocimiento sobre el monumento, sino además la recuperación de dos reseñables mosaicos de considerables dimensiones y alta calidad técnica y artística, centrado el principal sobre el mito de Orfeo, de tema central desconocido pero con aparición de erotes el segundo, que hoy en día pueden apreciarse en el Museo Arqueológico Provincial de Badajoz. Sin embargo, no continuaron en posteriores periodos los trabajos sobre la villa, volviendo así a caer ésta en un abandono y desprotección absolutos, en el que continúa hoy en día.

Extremadura: caminos de cultura logró visitar el yacimiento durante el otoño de 2.012. Ante el estado de desamparo del monumento, se puso en conocimiento de Hispania Nostra la situación, colaborando en la inclusión del bien dentro de la Lista Roja del Patrimonio. La ficha dedicada a la Villa romana de Pesquero, publicada en abril de 2.013, puede visitarse en el enlace que incluimos a continuación:





Arriba: vista general del enclave donde se ubica la Villa romana de Pesquero, antigua colina cuyos terrenos circundantes serían allanados a mediados del siglo XX en base a los planes de regadío ejecutados en la zona y englobados en el conocido como "Plan Badajoz", asomada la loma al río Guadiana en su margen derecho cuyas orillas, hoy en día, se adivinan por la colonia de eucaliptos que pueblan la vega fluvial.

Durante el pasado mes de noviembre, Hispania Nostra se puso en contacto con Extremadura: caminos de cultura, interesándose por el estado en que en la actualidad se encontraba el yacimiento. A día 6 de diciembre pudimos visitar nuevamente el bien, comprobando apesadumbradamente la vigencia del lamentable e incomprensible estado de olvido, abandono y desatención del monumento. Con intención de informar e ilustrar adecuadamente a Hispania Nostra sobre la situación, se tomaron fotografías detalladas y actualizadas del lugar, con las que poder componer un álbum reciente sobre la villa que, inclusive, poder ofrecer al lector del blog, supliendo el no haberse hablado con detalle y con anterioridad del yacimiento en el mismo.

El álbum hoy presentado ofrecerá una visión detallada de la villa, en base a las distintas dependencias conservadas y excavadas de la misma. Para ello, se tomará como ayuda el estudio que sobre las campañas ejercidas sobre el bien elaboró Luis Alonso Rubio Muñoz, publicado por la Editora Regional de Extremadura y ofrecido por el Museo Arqueológico Provincial de Badajoz desde su web, de donde tomaremos también el plano diseñado sobre el yacimiento que nos servirá como guía para orientarnos a través del monumento.

Esperemos que el álbum y trabajo ofrecido sirva no sólo para el mayor conocimiento y promoción de la villa, sino inclusive para sumar apoyos a su futura recuperación. Una salvaguarda que impida que el anochecer no caiga definitivamente sobre este bien, para que futuros descendientes de nuestra historia y cultura puedan acudir a visitar a un antecesor que nos sigue aguardando desde dos mil años atrás.



ÁLBUM FOTOGRÁFICO DE LA VILLA ROMANA DE PESQUERO; TÉRMINO MUNICIPAL DE PUEBLONUEVO DEL GUADIANA

(actualizado a 06 de diciembre de 2.016)

1.- Entrada a la villa:


Arriba: edificada supuesta e inicialmente a finales del siglo I d.C., posiblemente sobre un asentamiento indígena previo, la Villa romana de Pesquero constituía una explotación agropecuaria que, sobre una loma que asoma a un vado del río Guadiana, aprovecharía los recursos tanto a un lado como otro del curso fluvial, comercializados sus productos a través de la cercana vía que uniría Emérita Augusta (Mérida), con Olisipo (Lisboa), a la que posiblemente asomaría la puerta de entrada de la villa que, abierta en el lado norte del inmueble, serviría tanto de acceso al patio central como de eje medio a cuyos lados, oriental y septentrional respectivamente, se expandirían las estancias de la vivienda o pars urbana, posiblemente simétricos entre sí.

2.- Patio porticado y corredores septentrional (2.a) y occidental (2.b) del mismo:


Arriba: habiendo sido excavada arqueológicamente la zona residencial del conjunto, vivienda señorial o pars urbana de la villa, constituía el corazón de la misma un patio porticado de planta rectangular prolongado hacia el Sur, bordeado en los flancos occidental, oriental y norte por corredores a través de los cuales se accedería a las estancias principales del edificio, abierto el peristilo en su lado meridional hacia un posible tablinum (a la izquierda de la imagen, tomada desde la esquina nororiental del patio) que, a su vez, daría paso a un presunto mirador sobre el río.


Arriba: vista del patio central de la villa desde la esquina noroccidental de mencionado espacio claustral cuyo jardín interior, donde serían localizados vestigios de un estanque y veredas empedradas que permitirían el acceso a la fuente y el paseo entre parterres, estaba delimitado por un paredón compuesto por opus caementicium con base de cantos y guijarros, sobre el que se asentarían las columnas que circundarían el atrio.


Arriba y abajo: con 14,55 metros de longitud y 9,10 metros de anchura, según la memoria elaborada por Luis Alonso Rubio Muñoz, el patio serviría de enclave articulatorio y punto de conexión con el resto de estancias y habitáculos,  accediendo desde las esquinas suroccidental (arriba) y suroriental (abajo) al posible tablinum o estancia destinada, entre otros fines, al recibimiento de las visitas.


Abajo: sin que haya sido excavada la mayor parte de la zona oriental del edificio, el corredor que discurre por el flanco norte del patio conecta el peristilo con las estancias septentrionales, así como la zona central de la vivienda con una habitación occidental unida a la misma por su lado noroccidental, desconociéndose la amplitud del pasillo por su extremo oriental, así como la posible conexión también en esta zona con alguna otra estancia paralela a la de poniente.



Arriba y abajo: el extremo occidental del pasillo norte sirve como punto de unión con una estancia alargada y perpendicular al corredor (arriba), conservándose la pieza de granito que, unida al opus caementicium con base de cantos de río que conforma la mayor parte de los muros de la villa, marcaría el paso o entrada al anexo habitáculo (abajo).


Abajo: siendo, de los tres corredores que circundarían el patio en sus flancos occidental, norte y oriental respectivamente, el único excavado en su integridad, el pasillo de poniente permite la conexión con las habitaciones del oeste, con entrada directa a las dos estancias más norteñas del flanco, así como el paso hacia un tercer habitáculo en su extremo sur que, a su vez, sirve como pasillo perpendicular al central desde el cual poder entrar en una estancia que, levantada en el flanco occidental de la vivienda, no tiene acceso directo desde el peristilo.



Arriba y abajo: en el extremo meridional del pasillo occidental se observan los restos de lo que fuera paso desde el patio o peristilo al espacioso y posible tablinum que se expandiríaa a lo largo del flanco sur del claustro central (arriba), enmarcada la portada, como en otros puntos del edificio, por una pieza granítica en su lateral oriental, apreciándose junto a su esquina oeste restos del estucado y pintura policroma que sellaría y decoraría los muros del edificio (abajo).



Arriba y abajo: vistas detalladas del sillar granítico que marca el paso al presunto tablinum desde el extremo meridional del pasillo de poniente (arriba), así como de los trazos de pintura rojiza y siena que, aún conservada, ofrecen una idea del enlucido y ornamentación que debió presentar el edificio en sus muros y estancias internas (abajo).


Abajo: aún in situ, una pieza pétrea marca el paso entre peristilo y presunto tablinum, incrustada en el suelo en el punto donde, posiblemente, quedase fijada la puerta de acceso que pudo separar patio y estancia sureña.


3.- Estancia oriental:


Arriba y abajo: no habiéndose excavado la mayor parte del flanco oriental del yacimiento, una cata junto al lateral de levante del peristilo verificó la existencia de estancias presuntamente simétricas a las occidentales en esta zona del inmueble, descubriéndose bajo el suelo de la misma, además de vestigios de construcciones previas, el trascurrir de un canal de desagüe.


4. y 5.- Estancias nororientales:


Arriba: apenas excavada la zona oriental de la vivienda señorial de la villa, aparecieron junto al pasillo de entrada y prolongados en paralelo al corredor septentrional los vestigios de una serie de estancias y habitáculos que, posiblemente simétricos a los diseñados junto a la esquina noroccidental del peristilo, sumarían salas o cubículas a la mansión. 


Arriba y abajo: paralizadas desde años atrás las excavaciones en el yacimiento, salieron a la luz durante las últimas campañas arqueológicas los muros que atestiguarían la presencia de dos salas contiguas al pasillo de entrada a la vivienda, con acceso a la meridional desde el corredor norte (arriba), y puerta en su esquina suroriental el habitáculo septentrional (abajo).



6. y 7.- Estancias anexas al muro occidental del pasillo de entrada (1.):


Arriba y abajo: junto al corredor de entrada a la finca, anexas al muro occidental del mismo, dos habitáculos, posiblemente simétricos a los descubiertos junto al flanco oriental del pasillo mencionado, aguardan al que dirigiera sus pasos por el tramo de poniente de la galería norteña, con puerta abierta desde el peristilo a la más sureña cuyo pavimento musivo, similar al de la estancia de su izquierda, indica la posible conversión de un primitivo espacio de grandes dimensiones en dos habitáculos distintos, ejecutada la reforma posiblemente durante alguna de las renovaciones llevadas a cabo en el inmueble a lo largo de los más de trescientos años de uso del mismo.


Abajo: en la esquina nororiental del cúmulo de estancias que conforman el ala noroccidental de la vivienda, una sala con acceso en su vértice suroeste se presenta anexa y conectada directamente a lo que se considera fuera el triclinium o comedor de la villa, con posible función relacionada con el uso de la primera.


8.- Triclinium:


Arriba y abajo: rematada en ábside y cubierta de un rico pavimento musivo, se accede desde el punto de unión de los pasillos septentrional y occidental del peristilo a una sala norteña que, por su diseño y riqueza ornamental, ha sido considerado el posible triclinium o comedor de la villa, disminuidas sus dimensiones originales tras levantarse los muros que darían forma a la estancia anexa a ella en su esquina suroriental (6.), e inclusive y probablemente los que permitirían el nacimiento de las salas existentes al lado oeste del mismo.


Abajo: estucados los muros del posible triclinium, y ornamentados con pinturas geométricas que pudieran haber hecho juego con los diseños ofrecidos por los pavimentos musivos que cubren la estancia, se conservan, a pesar del abandono del yacimiento y la exposición de los mismos a la intemperie, restos de la decoración pictórica a base de suaves tonalidades rojizas, amarillentas, azuladas y blancas.


9. y 10.- Estancias anexas al triclinium en su flanco occidental:


Arriba y abajo: de igual manera que en el flanco oriental del considerado triclinium, a poniente del mismo se conservan dos salas cuyos accesos conectan directamente con el que fuese comedor de la villa, abierta la portada de la habitación sureña en el muro oriental de ésta (arriba), y acceso a la contigua por su vértice suroriental (abajo), en simetría a la estancia contigua al triclinium junto a lado de levante de su ábside (7.).


11.- Estancia noroccidental:


Arriba: apenas conservados los muros de cerramiento de la última sala existente en el ángulo noroccidental de la villa (arriba), el pasillo norteño del patio central del inmueble da paso desde su extremo de poniente a un gran habitáculo (abajo), alargado en perpendicular al corredor y prolongado junto a las estancias anexas al triclinium de la vivienda.


Abajo: vista de la villa de Pesquero desde la esquina noroeste de la estancia noroccidental del conjunto.


12. y 13.- Estancias norteñas del flanco occidental del peristilo:


Arriba: de las cuatro salas que componen el flanco occidental de la vivienda, anexo al corredor de poniente del patio central, presentan las dos norteñas dimensiones y estructura bastantes parecidas entre sí, con 4,80 metros de longitud en ambas, en perpendicular al trazado del pasillo, y 3,20 metros de anchura la más septentrional, 3,45 metros la contigua.


Arriba: la estancia más norteña de las ubicadas en el ala oeste del peristilo, con acceso a la misma desde el corredor circundante del mismo, se presenta en la actualidad invadida por un ejemplar de eucalipto cuyas raíces se hunden entre los vestigios tanto murales como pavimentales de la sala, claro ejemplo y demostración de la dejadez, abandono y desamparo en que se encuentra el yacimiento.

Abajo: una serie contigua de cimientos de antiguos pilares, en diagonal sobre el plano de la villa, sorprenden entre los flancos occidental y septentrional del complejo partiendo desde la estancia contigua a la más norteña de las de poniente, hasta las anexas al pasillo de entrada de la finca (7.), restos al parecer de antiguas estructuras que, ya en la Edad Media y tras la reconquista de los contornos, soportarían la arquitectura de un posible establo, para el que se aprovecharon los materiales de construcción de la añeja explotación agropecuaria romana.


14. y 15.- Estancia de planta absidiana y habitáculo de acceso a la misma:


Arriba: una estancia de planta absidiana, de menores dimensiones que la considerada posible triclinium del flanco septentrional, figura entre las cuatro que conforman el lateral de poniente del patio central de la villa, sin acceso ésta, sin embargo y al contrario que las tres restantes, al peristilo, al que da el ábside de la sala cuya entrada, desde su vértice suroccidental, se ejercita desde el habitáculo más sureño del flanco.


Arriba y abajo: enlucidos los muros de la sala de planta absidiana, se conservan restos tanto del acabado como de las pinturas que decorarían los mismos, cuyos tonos rojizos, siena o amarillo, simulando estructuras geométricas, recuerdan ornamentaciones de otras dependencias del complejo con las que comparte además la riqueza del piso musivo que, en este caso, serviría de pavimento de un espacio cuyo uso se desconoce, larario para algunos estudiosos pero que, tomando como referencia otras villas del círculo emeritense, al que pertenecía  el complejo de Pesquero, podría ser considerado dormitorio principal, como se cree que pudiera haber sido la conocida como habitación del mosaico de Eros de la Casa del Mitreo, de similar entrada indirecta y no inmediata desde el peristilo.

 

Arriba: vista del flanco norte, estancias norteñas del lado occidental y esquina noroccidental del patio central, tomada junto al ábside de la habitación de planta absidiana del lateral de poniente de la villa.


Arriba y abajo: la estancia más sureña del flanco occidental del peristilo, con acceso desde el patio (arriba) y anexa al posible tablinum de la villa, con el que conectaría a través de una ventana abierta sobre el grueso muro (abajo), presenta un característico diseño que la convierte más que en una sala en sí, en un corredor cuyo destino final fuera el acceso a la habitación de planta absidiana contigua a la misma por su lado norte, conectadas entre sí por una portada y escalón entre el vértice noroccidental de dicho corredor, y la esquina suroccidental de la sala privada.


16.- Tablinum:


Arriba y abajo: de dimensiones desconocidas por no haberse finalizado la excavación de la sala en su lado oriental (arriba), la estancia a la que da paso el peristilo en su lado sur, con acceso a la misma desde los corredores tanto de poniente como de levante del patio, se presenta, aún sin confirmar la ubicación de su extremo este, como la de mayor tamaño del complejo, con 17 metros de longitud, en sentido Oeste-Este (abajo), y 7,80 metros de anchura, posible tablinum o espacio destinado a la recepción de visitas y despacho del titular de la finca.



Arriba: además de presentarse como la estancia de mayores dimensiones, el valor que toma la dependencia considerada como tablinum reside fundamentalmente en el conjunto musivo localizado y conservado sobre su pavimento, formado por tres composiciones pictóricas, geométricas básicamente las central y oriental, destacando el mosaico ubicado en el tercio más occidental de la sala, de gran riqueza artística y calidad en su diseño y elaboración, cuyo motivo central representa el mito de Orfeo, hoy expuesto y salvaguardado en el Museo Arqueológico Provincial de Badajoz.


Arriba y abajo: si bien el lado norte del presunto tablinum conectaba con el peristilo, su lado meridional daba a una serie de dependencias sureñas abiertas hacia la vega del río Guadiana cuya zona central, mirando hacia el curso fluvial, pudiera constituir un belvedere o mirador al que se accedería por unos escalones que partirían desde el despacho en su zona media, murado el resto del frente sur de la gran dependencia a través de gruesos muros, desaparecido el de poniente y conservado el de levante (arriba), en cuya cara abierta hacia el tablinum mostrarían una tríada de nichos que pudieran haber albergado antaño esculturas, bustos, jarrones o elementos ornamentales, estucadas las paredes y policromadas, como otras estancias del complejo, a base de tonos rojizos, ocres y amarillos (abajo).


Abajo: detalle de un canal abierto en el muro oriental de cierre por el lado sur del presunto tablinum.


17.- Estancias sureñas orientales:


Arriba y abajo: además del patio central y las dependencias abiertas y/o diseñadas en derredor suyo, una serie de estancias sureñas, no conectadas con el peristilo sino con el presunto tablinum desarrollarían la vivienda hacia su vertiente meridional, acercándose a la orilla del río, desaparecidas gran parte de las estructuras aquí asentadas al haberse deslizado y sucumbido sobre la vega y el cauce fluvial la tierra sobre la que se levantaban, conservándose parte de las que constituían el complejo sureño oriental (arriba), destacando en él un habitáculo de planta absidiana cuyo ábside, orientado hacia levante, presenta destacadas grietas sobre sus muros de opus caementicium fabricado con cantos y guijarros, clara demostración no sólo de la desatención que sufre el yacimiento, sino además del peligro de deslizamiento de tierras que sigue amenazando las estructuras existentes. 



Arriba y abajo: el acceso a la sala de planta absidiana que centra el complejo de estancias conservadas en el extremo suroriental de la villa, contigua al muro de cierre del presunto tablinum (arriba), no se ejercería desde el gran despacho del titular de la finca sino por el contrario desde un espacio abierto al Sur de la habitación (abajo), cuya función y dimensiones, al haberse desplomado gran parte de su estructura sobre la vega del Guadiana, se desconocen por completo.


Abajo: decorada la sala absidiana del complejo suroriental con ricos mosaicos, un ejemplar de eucalipto ocupa hoy el interior de la estancia levantando con sus raíces el pavimento del habitáculo, perdiendo éste poco a poco entre vegetación y maleza la fábrica que daba ser al añejo cubículo. 



Arriba y abajo: junto al muro occidental que cierra la sala de planta absidiana del complejo suroriental de la villa, un nuevo ábside formaría parte de una semidesaparecida dependencia a la que se accedería directamente y por escalinata desde la zona central del tablinum (arriba), semicircular y al que seguiría un perdido hermano meridional (abajo), en diseño que, posiblemente bajo una simetría, se repetiría al otro lado de la escalera y zona suroccidental del inmueble.



Arriba: sobre el muro que conforma el ábside conservado de lo que pudo ser estancia diseñada como belvedere o mirador, se aprecian las numerosas perforaciones sobre la arquitectura que, en su día, pudieron servir como sustento de una serie de placas marmóreas ornamentales que enriquecerían las paredes de la sala, conjugando estas piezas con las de mármol blanco y pizarra que en el suelo formarían un ajedrezado pavimento.

Abajo: vista del terraplén ocasionado a raíz del deslizamiento de tierras que, caídas sobre la vega del río, provocaría el derrumbe de gran parte del ala sur de la villa, incluyendo la casi totalidad del mirador, las estancias más sureñas del complejo suroriental, así como parte de la escalinata, complejo suroccidental, y otras dependencias de poniente.


18.- Escalinata:


Arriba y abajo: un deslizamiento de tierras, ocasionado seguramente a raíz de un antiguo cambio en el curso del río, provocaría la caída hacia la vega fluvial de gran parte de las dependencias y arquitecturas que conformarían la zona sur del inmueble, centrada por un belvedere abierto sobre la orilla del antaño Flumen Anas, al que se accedería a través de una escalinata que partiría de la zona central del tablinum, conectando la estancia de recepción de huéspedes con el mirador, en una ideal y muy agradable acogida de las visitas.



Arriba y abajo: cuatro peldaños, cubiertos originalmente con piezas de mármol, permitían el paso desde el presunto tablinum al mirador, teniéndose constancia de la existencia de columnas apoyadas sobre el escalón superior que, sustentando la techumbre, servirían como separación entre salas.


19.- Estancia de planta octogonal:


Arriba y abajo: al Oeste del presunto tablinum, prolongando hacia poniente las construcciones arquitectónicas de que se componía la villa de Pesquero, aparecen restos de lo que posiblemente fue una estancia poligonal cuyas dimensiones, al haberse desplomado sobre la vega sus estructuras sureñas, son desconocidas, pensándose en una estancia de primitivo diseño cuadrangular que posteriormente, recortándose sus vértices, se presentaría como un espacio octogonal.



Arriba y abajo: el desplome de gran parte de los muros y estructuras de la estancia de planta poligonal impide no sólo poder concretar sus dimensiones y diseño, sino además el punto de acceso a la misma, seguramente ubicado en el muro de separación entre ésta y el tablinum (arriba), complementando con otra estancia, de similar riqueza ornamental, lo que fuera despacho y centro de recepción de visitantes (abajo).



Arriba: ante el riesgo de nuevos derrumbes y peligro de conservación de los restos del pavimento musivo que sellaba la presunta dependencia octogonal, sería el mosaico que ornamentaba la misma, de gran calidad técnica y compositiva, retirado del yacimiento y salvaguardado en el Museo Arqueológico Provincial de Badajoz, ocupando hoy el suelo de la estancia un ejemplar de eucalipto que, como en otros espacios de la villa, hunde sus raíces entre los rincones del yacimiento, destrozando los vestigios existentes del añejo monumento.


Arriba y abajo: vistas del muro de cerramiento de la estancia poligonal, de considerable grosor y fábrica a base de opus caementicium compuesto por guijarros y cantos del río, tomadas desde las contiguas termas del conjunto (arriba), así como desde los habitáculos ubicados en el flanco occidental del peristilo (abajo).


20.- Termas:


Arriba: desplomada gran parte de su estructura en el lado sur, y sin excavar algunas de las estancias norteñas, un complejo termal sería descubierto al Oeste de la habitación de planta poligonal, desconociéndose sus accesos, dimensiones o, inclusive, si ampliaría hacia poniente las estructuras arquitectónicas de la villa.


Arriba y abajo: además de los restos de dos piscinas y un pediluvio, se conservan dentro del recinto termal de Pesquero los vestigios de lo que fuese hipocausto o hypocaustum de las termas, sistema de calefacción del suelo cuyo diseño presentaría planta rectangular de Oeste a Este, rematada con dos ábsides ubicados en el lado sur y occidental respectivamente.



Arriba y abajo: el ábside sureño del hipocausto termal, derrumbada parte de su estructura sobre la vega fluvial, conserva en su interior cuatro poyetes cúbicos unidos al muro de cerramiento interno del sistema calefactario, donde quedarían guarnecidos los pilares de ladrillo entre los que circulaba el aire caliente.


Abajo: restos de un tubo de barro cocido, conocido como tubuli, incrustado entre los muros del hipocausto y utilizado, como era habitual en los complejos termales, para regular la temperatura del resto de salas, permitiendo salir y repartir a través de ellos el aire cálido que circulaba encerrado entre los pilares.



Arriba y abajo: al Norte del hipocausto, aún por excavar parte de sus estructuras, restos de dos piscinas y un pediluvio o bañera para pies se localizaron como piezas termales que complementarían el conjunto haciendo de la estancia termal un rico complejo de baños de índole privado.


Abajo: cercana al lado norte del hipocausto, y posiblemente construida sobre parte del mismo reutilizado años después de su edificación, una piscina sellada con opus signinum marca el espacio que posiblemente se ofreciera como caldarium o sala de calor, dada su cercanía con el sistema de calefacción del complejo.



Arriba y abajo: una segunda piscina, igualmente sellada con opus signinum, aparece a poniente de la anterior, ampliando el entramado termal y expandiendo el complejo hacia el lateral noroccidental del mismo.



Arriba y abajo: sobre la piscina noroccidental, posiblemente fabricado en una posterior etapa de remodelación aprovechando la estructura de la misma, un pequeño pediluvio o bañera para pies se conserva rematado con opus signinum (arriba), gravemente resquebrajado su muro de contención que, como en otros espacios de la villa, peligra tanto por el persistente riesgo de deslizamiento de tierras, como por la acción destructiva de los ejemplares de eucalipto que usan el yacimiento y espacio arqueológico como terrenos sobre los que asentarse.


- Vestigios del yacimiento esparcidos por los alrededores:


Arriba: desconocidas las dimensiones totales del antiguo complejo agrícola, rescatadas parcialmente las salas que compondrían la pars urbana o vivienda señorial, se cree que la extensión total del yacimiento podría alcanzar los 10.000 m2, incluyendo estancias destinadas al uso agrario, establos, lagares y almacenes, o incluso necrópolis vinculadas con las familias asentadas en el lugar, pendientes de exhumar durante nuevas campañas de excavaciones que prolongasen el estudio de habitáculos por desenterrar de la casa, así como de otros espacios donde los sondeos han localizado estructuras existentes o cuyos restos aparecieran a simple vista, como los esparcidos en la zona más noroccidental del enclave (arriba).

Abajo: posiblemente a raíz de un antiguo cambio en el curso del río Guadiana, un grave corrimiento de tierras conllevó la caída y derrumbe de las estructuras más sureñas del complejo sobre la vega fluvial, esparcidas aún por la orilla derecha o inclusive dentro del propio agua restos de muros y sillares que un día formaron parte de la villa.






UBICACIÓN DE LA VILLA ROMANA DE PESQUERO Y POSIBLES VISITAS A LA MISMA

La Villa romana de Pesquero, junto al río Guadiana y erigida en el margen derecho del mismo, se ubica dentro del término municipal de Pueblonuevo del Guadiana. La visita a la misma es complicada, tanto por encontrarse el yacimiento rodeado por campos de cultivo como por carecer de sendero o camino que permita el paso directo al enclave donde se asienta. A pesar de ser habitual en este blog incluir los datos que explicasen cómo poder llegar a los monumentos de los que se habla en las entradas desarrolladas sobre los mismos, en el presente caso nos decantamos por omitir los detalles que facilitasen la visita a la villa descrita, al existir un grave peligro que se suma al de abandono y destrucción del edificio: el expolio. Sin haber sido completamente excavado ni estudiado el yacimiento, y sin que tras las campañas previas quedasen resguardados ni cubiertos los pavimentos y estructuras localizados, es fácil hoy en día toparse con abundante material arqueológico tanto dentro del complejo como en las inmediaciones del mismo que pudiera ser codiciado por expoliadores que, lejos de apreciar la herencia cultural y el patrimonio histórico-artístico conservado en Pesquero, podrían destruir los vestigios en pro únicamente de recuperar tesoros arqueológicos que, más tarde, fueran vendidos ilegalmente, perdiéndose para siempre bienes que son legado de todos.

En caso de estar algún lector interesado en la visita del yacimiento, bajo el simple afán de poder conocer y valorar in situ el mismo, se responderá gustosamente a los correos electrónicos que se reciban por este motivo. En todo caso, se invita a todo amante del patrimonio y a todo aquél que desee saber más sobre la Villa romana de Pesquero, la visita al Museo Arqueológico Provincial de Badajoz, donde permanecen expuestos permanentemente al público los dos mosaicos de mayor calidad artística de entre los hallados en el yacimiento, rescatados para una mejor conservación y exposición de los mismos. Son éstos el mosaico sobre el mito de Orfeo, y el conocido como de los erotes, mostrados respectivamente en la entrada y patio del que fuera palacio de los Condes de la Roca, dentro de la Alcazaba pacense.


Arriba y abajo: a los peligros de derrumbe, destrucción y desaparición del yacimiento, se suma el de expolio, dada la gran amalgama de vestigios arqueológicos que pueden encontrarse tanto dentro del complejo como en sus alrededores, siendo fácil toparse con restos cerámicos, ladrillos o tejas (arriba), a los que se sumarían los pavimentos musivos no rescatados en previas campañas que, sin que fueran tapados o salvaguardados de la acción de la naturaleza, siguen cubriendo los suelos de muchas de las salas de la villa (abajo), desmenuzándose por la acción de la vegetación que los cubre, así como por las raíces de los árboles que han colonizado el monumento.


Abajo: dando la bienvenida al visitante que decide conocer el Museo Arqueológico Provincial de Badajoz, el mosaico de Orfeo, rescatado del presunto tablinum de la villa de Pesquero (16.), se presenta como una de las obras musivas de mayor calidad artística de entre las encontradas en la provincia y región, centrada por el mítico príncipe tracio rodeado de los animales a los que deleita con su lira, en una iconografía repetida en otras obras musivas a lo largo de Hispania o del Imperio (como los hallados en Caesar Augusta o Zaragoza, Antioquía o Palermo), encuadrada la escena por cenefas, florones, roleos vegetales y otros diseños pavimentales donde se aprecia el fabuloso trabajo, la eficiencia técnica y la riqueza compositiva, en todo un tesoro arqueológico para Extremadura.














Abajo: colgando de los muros del patio mudéjar del que fuese Palacio de los Condes de la Roca, en el interior de la Alcazaba de Badajoz, se expone a los visitantes del Museo Arqueológico Provincial pacense los restos del mosaico aparecido como pavimento de la estancia de planta poligonal de la villa de Pesquero (19.), perdido su motivo central pero conservados parte de los complementos que lo encuadraban entre los que destacan, además de finas cenefas y diseños vegetales y geométricos, una curiosa Victoria alada sobre su carro, así como la lucha contra diversas fieras de un centauro y dos erotes o puttis, que dan popularmente nombre a la obra.












9 comentarios:

  1. Magnífico trabajo, como siempre¡¡¡¡¡¡¡ Qué pena abandonar de esta manera el patrimonio¡¡¡ Sigue con tu trabajo y labor del que muchos nos sentimos orgullosos y aprendemos cada día. Un abrazo¡¡¡¡¡

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    1. ¡Muchas gracias Rubén! Espero seguir un año ás aquí, no sólo intentando mostrar los tesoros de nuestra región, sino además haciendo hincapié en aquellos monumentos menos conocidos e, inclusive, abandonados. ¡Otro abrazo para ti también!

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  2. Creo muy acertada la medida de dificultar la localización del yacimiento. Pero tengo la triste experiencia de que los expoliadores, en especial los detectoristas (a quienes Dios confunda), son siempre ¡ay! los primeros en llegar. Un abrazo y feliz Año.

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    1. ¡Hola Villano! Como siempre, un placer verte por aquí. Espero seguir leyéndote a lo largo de este año que, igualmente, te deseo feliz a ti también.

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  3. Samuel:

    Tuve la inmensa suerte de dirigir las excavaciones de la villa de "Pesquero" hace ya más de treinta años. Desde el punto de vista arqueológico, y en lo que se refiere al estudio del hábitat rural romano en las vegas del Guadiana, se trata de un referente necesario. Desgraciadamente, el estudio tuvo que ser parcial ya que, muy pronto, se acabó el dinero para poder llevar a cabo un estudio general del yacimiento.

    Enhorabuena por tu trabajo de divulgación.

    Atte..
    Luis-Alonso Rubio Muñoz.

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    1. Estimado Luis Alonso:

      Un placer y un honor recibir el comentario y la enhorabuena del que fuese director de las excavaciones arqueológicas, y autor del informe sobre el que me he apoyado para poder redactar la entrada. Esperemos que tanto tu gran obra (aunque tristemente y, una vez más, por motivos económicos inacabada), como mi pequeño grano de arena, sirvan no sólo para dar a conocer este fabuloso monumento, sino también para que el mismo no caiga definitivamente en el olvido.

      Un saludo:
      Samuel R.C.

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  4. Un saludo a todas las personas interesadas en el yacimiento arqueológico villa romana de pesquero. Me dirijo a ustedes desde mis pocos conocimientos sobre historia, pero con la capacidad de haber imaginado, con un diminuto afloramiento, que allí había algo que podría ser interesante y ponerlo en conocimiento de las personas competente. Aun recuerdo la frase que me dijo José María Álvarez cuando nos visito. Le pregunte si aquello era importante y me respondió, esto es importante pero más importante es que vosotros le ellas dado importancia.
    Desde mi situación como residente en el lugar. Hay varios factores que me hacen pensar que la villa era un puerto fluvial desde donde se transportaba mercancías llegadas por el rio y trasportadas por medios terrestre hasta Mérida. ¿Que me hace pensar esto? Que el rio era navegable a tramos por su topografia, poro que tenemos dos corriente opuesta que lo facilitan, una corriente la del rio que va hacia el oeste y otra la de los vientos dominante que van hacia el este. ¿Porque solo llegaban hasta la villa romana de pesquero? Porque aguas arriba a unos doscientos metros, hay un correntón de aproximadamente un kilometro difícil de remontar con barcos. El desnivel es de varios metros facilitando la construcción de molinos hidráulicos como demuestran el hallazgo de piedras de molinos encontradas en la zona. Este correntón es el que hace posible el vado natural que se ha utilizado por el camino viejo de talavera a Morante. Y otro de los factores que me hacen pensar esto es que la calzada romana llega paralela al rio hasta la altura de la villa romana, posteriormente hace una desviación hacia el Noroeste dirección Portugal.
    Bueno todo es una hipótesis poro hipótesis fu ver un afloramiento de un muro y imaginar que allí había algo importante.

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    1. Muchísimas gracias, Antonio, por tu visita y comentario. Tu teoría es muy interesante, y no carece de lógica. Quién sabe si, con el tiempo y gracias a una nueva campaña de excavación sobre el monumento, podamos conocer más sobre éste, no sólo en lo referente a su arquitectura sino, inclusive, a la relación del mismo con el comercio de la zona. Un placer conocerte, y mi gratitud como extremeño por haber sabido darle importancia al yacimiento en su resurgir cuando, tristemente, no todo descubrimiento recibe el mismo trato. ¡Un saludo!

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