jueves, 17 de abril de 2014

Colaboraciones de Extremadura, caminos de cultura: Castillo de Mayoralgo, junto a Aldea del Cano, en la Lista Roja del Patrimonio


Cuenta la ciudad de Cáceres, villa en lejano tiempo, con un nutrido número de castillos, fortalezas, torreones y casas-fuertes circundando el municipio y que, siglos atrás, dominaban y defendían los cotos, dehesas y fincas que surgieron en los alrededores de la reconquistada plaza, donados a la nobleza que había participado en la toma de la urbe, o adquiridos los terrenos por las familias que se habían asentado en la misma una vez añadido el enclave al mapa castellano-leonés. Muchos de estos inmuebles mantienen su destino hoy en día, encontrándose sin embargo varios de ellos en la actualidad no sólo en desuso, sino en abandono y ruina, peligrando su integridad y fábrica y, por ende, la continuidad temporal de los mismos. Es por ello que Hispania Nostra ha decidido incluir dentro de su Lista Roja del Patrimonio uno de estos monumentos, para lo cual Extremadura: caminos de cultura ha tenido nuevamente el honor de colaborar. En esta ocasión, el bien añadido ha sido el conocido como Castillo de Mayoralgo o de Garabato, ubicado en las proximidades de Aldea del Cano pero enclavado dentro del extenso término municipal de Cáceres. 

El enlace adjunto bajo estas líneas os permitirá visitar la ficha que sobre este monumento ha sido incluida dentro de la Lista Roja del Patrimonio. Seguidamente, os dejo con una breve descripción del bien, así como los datos precisos para poder acercarse al mismo, en caso de desear conocer este inmueble en vivo.


- Historia/descripción de bien:
 El Castillo de Mayoralgo, también conocido como de Garabato por hallarse en la finca homónima, forma parte de la red de fortalezas, torres y casas fuertes que, al sur de la otrora villa cacereña, se levantaron una vez reconquistada la zona para defensa de los cotos, dehesas y pastos repartidos entre la nobleza que participó en la toma de la ciudad a los andalusíes, o que se asentó en la misma venidos de tierras castellano-leonesas y norteñas. El Castillo de Mayoralgo se ubicaría, al igual que los de las Herguijuelas o la Casa fuerte de la Cervera, cerca de la ribera del Salor y junto al trazado de la Vía de la Plata en el tramo que discurre entre Cáceres y Aldea del Cano, municipio éste que, surgiendo según parece en conexión con la Venta del Cano, se fundó como aldea dependiente de la urbe, relacionada posteriormente y en cierta medida a su vez con el propio castillo. Fueron los Blázquez quienes, a comienzos del siglo XIV, levantaron inicialmente una torre conocida como de Blasco Muñoz, por ser este miembro del linaje el que ordenase erigir la misma. Tiempo después, cumplimentado el castillo, tomará éste por nombre el del propio linaje, que ya se hacía denominar Mayorazgo por haber sido esta familia la primera en la villa cacereña en constituir tal institución medieval en 1.320. Con el tiempo tal apellido se corromperá fonéticamente hasta denominarse Mayoralgo, conociéndose además y como tal no sólo el castillo, sino también el palacio con que contó esta estirpe en plena Plaza de Santa María de Cáceres. A finales del siglo XV, desaparecidas las luchas entre la nobleza local y apaciguada la sociedad castellana, la familia  decide construir en las inmediaciones del castillo una quinta donde residir y desde la cual controlar la hacienda y la explotación agroganadera, tal y como hoy siguen haciendo los herederos desde el cercano Palacio de Garabato, fechado en 1.853, cayendo el recinto amurallado en desuso y posterior ruina. 
El Castillo de Mayoralgo o de Garabato, clasificado como roquero por haberse asentado parte de él sobre una serie de berruecos, presenta una fábrica de mampostería pétrea reforzada con sillares graníticos en puertas, ventanas y esquinas. El ladrillo se aprecia aún en algunas de las almenas. La fortaleza, enclavada junto a un llano que se abre en la zona occidental, cercana a la antigua calzada romana, reforzó las defensas que la naturaleza no le podía dar en base a su propio diseño. Así, la torre del homenaje, aún almenada y rodeada de un cinturón amurallado, erguida sobre la roca granítica, quedaría antecedida por otro cuerpo más que dobla el sistema amurallado en el lado de poniente y parte baja del inmueble, alejado del berrocal sobre el que se yergue la atalaya inicial. La puerta de acceso al monumento, dibujada en recodo, sería defendida a su vez por un torreón. Este cuerpo inferior quedaría como lugar de almacenaje o cuadras, mientras que serían la torre y las estancias del cuerpo primero que rodea la misma el lugar destinado a residencia.



- Cómo llegar:

El Castillo de Mayoralgo o de Garabato, levantado junto al milenario trazado de la Vía de la Plata, puede ser contemplado perfectamente no sólo desde este histórico camino, sino también desde la propia carretera nacional N-630, que en las proximidades de Aldea del Cano discurre en paralelo y muy cercana a la vía romana original. El inmueble, dentro del término municipal cacereño, se yergue en las proximidades del municipio aldeano, al Norte del mismo. Si nos acercamos a él tras haber partido de la capital provincial cacereña, nos toparemos con el castillo, a nuestra izquierda, tras haber sobrepasado la pedanía de Valdesalor y haber conducido junto a los Castillos de las Herguijuelas y la Casa fuerte de la Cervera. En caso de querer apearnos para poder observar el inmueble en persona, es fácil dejar el coche aparcado junto a la entrada al Palacio de Garabato, levantado al sur y escasos metros del castillo. La fortaleza, en manos privadas, se enclava dentro de una propiedad particular por lo que, en caso de querer visitar el interior del bien, desde este blog lanzamos una vez más una serie de recomendaciones a tener en cuenta, haciendo hincapié especialmente en la quinta de ellas: 

1) Respetar en todo momento las propiedades de la finca, como vallados o cercas, intentando no salirse de los caminos marcados.
2) Respetar la vegetación y cultivos de la misma, sin realizar ningún tipo de fuego ni arrojar basura alguna.
3) Respetar al ganado que habitualmente hay pastando en la zona, y en caso de encontrarse con animales que lo protejan, no enfrentarse a los mismos.
4) Si observamos que se están practicando actividades cinegéticas (caza), abstenernos de entrar.
5) Si nos cruzamos con personal de la finca o nos encontramos con los propietarios de la misma, saludarles atentamente e indicarles nuestra intención de visitar el monumento, pidiendo permiso para ello. En caso de que no nos lo concediesen, aceptar la negativa y regresar.

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